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La economía en la industria editorial

La Feria del Libro es uno de los eventos culturales más importantes del país y la segunda feria literaria más importante en el mundo, después de la que se realiza en México. Las expectativas económicas de esta versión son de 24 mil millones de pesos, dos mil más en comparación al año anterior.

Por:  Juan Pablo Alvarado y Sara Gabriela Basto 

La industria editorial mueve grandes sumas de dinero. Con la Feria Internacional del Libro, Colombia tiene un ingreso de casi 120 billones de pesos que, según el economista Giovanni Hernández, no representa un aumento considerable en el PIB (Producto Interno Bruto) de nuestro país pero que entra directamente a la capital y esto hace que la economía se dinamice.

Según el presidente de la Cámara Colombiana del Libro, Enrique González Villa, la venta al detal de libros ha crecido vigorosamente en los últimos años pues tan sólo en 2016 lograron superar los 20 mil millones de pesos en ventas en comparación al año anterior. “Esperamos seguir creciendo porque eso quiere decir que el público está respondiendo a esta invitación a la lectura”, dijo.  

El crecimiento de la Filbo es innegable: en 1988 solo cubría 10 mil metros cuadrados de Corferias y en la actualidad ocupa los 52 mil que componen la totalidad del recinto ferial. Además, hoy cuenta con 500 expositores y alrededor de 500 mil visitantes a comparación de las versiones anteriores donde habían 209 expositores y cerca de 100 mil asistentes.

 

Conforme pasan las ediciones de la Filbo, los esquemas de seguridad y logística son más exigentes. En esta edición son cerca de mil quinientos eventos en 14 días, lo cual “genera un incentivo económico muy grande porque un evento del calibre de la Feria requiere adquirir bienes y servicios, generando lo que se denomina economía aguas abajo, es decir, toda la infraestructura y proveedores que se necesitan están implícitos económicamente en este evento”, afirma Giovanni Hernández.

Dentro del marco de la Feria, se ofrecen cerca de 150 mil títulos, por esto las editoriales deben encontrar los medios para capturar a su público. “El reto para las editoriales es hacerse notar con estrategias de mercadeo, cautivar a los lectores para que conozcan su oferta a través de una comunicación agresiva, acertada y dirigida a su comunidad lectora, además esta feria es un espacio de visibilidad académico, comercial y cultural que permite fortalecer la marca”, afirma Jacobo Celnik, autor de Satisfaction y Bob Dylan a las puertas del cielo.

 

Exportaciones de la industria

 

La industria editorial ha decaído en temas de exportación pues Enrique González, presidente de la Cámara Colombiana del Libro afirma que en el año 2006 se exportaron cerca de 178 millones de dólares mientras que en el 2016 decayeron en 36 mil millones de dólares.

 

Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), durante 2014 esta industria exportó 52,2 millones de dólares a 24 países como México, Panamá, Estados Unidos, Perú y Guatemala. Este último compró 3,4 millones de dólares en libros aumentando en un 43,2% las ventas para la industria.

 

Sin embargo, el déficit de exportación se compensará con el mercado de derechos de autor, “ya no hay que hacer tiradas grandes sino que al negociar los derechos se logrará imprimir un libro colombiano en todo el mundo. Además, hemos traído agentes literarios de distintos idiomas para que compren derechos de autores colombianos permitiendo que estos sean conocidos internacionalmente y así podremos llegar a tener una cifra de negocios que esperamos crezca rápidamente”, afirma.

 

Además, en 2014 esta industria facturó aproximadamente 617 mil millones según cifras de la Cámara Colombiana del Libro pues su presidente afirmó en una entrevista para La República que esta cifra es a precio de editor y si se convierte a precio de librero serían alrededor de 900 mil millones de pesos y eso es lo que se mueve en los consumidores finales.

El papel de Francia

 

En el pabellón del país invitado de honor para la versión 30 de la Filbo, Francia, habrán cerca de 20.000 libros a la venta y algunos de ellos estarán traducidos al español que los asistentes podrán encontrar solo en el marco de la feria.

 

Para el economista Hernández, el que venga Francia es algo político más no económico, pues el porcentaje de colombianos que habla francés es muy bajo. “Las relaciones comerciales con Europa son importantes pero no tan importantes como países de Latinoamérica o Centroamérica”, afirma.

 

Además, afirma que en un país, como Colombia, donde toca trabajar tanto para medianamente sobrevivir, la estructura económica no se presta para aprender otros idiomas. Sin embargo, para la secretaria de educación del distrito, María Victoria Ángulo, un ejemplo a seguir en cuanto a la dignificación de la educación es Francia.

 

En la rueda de prensa de lanzamiento de la Filbo 2017, el embajador de Francia, Jean Marc Laforet, confirmó la importancia de la relación que hay entre los dos países y reafirmó la necesidad de trabajar para ampliar esa relación con las nuevas generaciones.

 Jean Marc Laforet, embajador de Francia hablando durante rueda de Prensa FilBo 2017. Foto tomada de RCN.

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